Reno, a la carrera

por | 13 septiembre 2014 | Cultura pop

No son nuevos en esto, los componentes de Reno ya estaban curtidos en mil batallas cuando decidieron unir sus fuerzas. Torre de Control, el grupo del que proceden tres de sus componentes estaba tocando a su fin, y Manolo Tarancón se sentía ya cansado de caminar durante tanto tiempo en solitario.

Grupo RENO foto promo 2013

A pesar de que Manolo Tarancón es el rostro más conocido de Reno todos los componentes contribuyen por igual, creando un sonido muy diferente del que habíamos podido escuchar tanto en Torre de Control, con tendencia al pop melódico, como en los discos en solitario de Tarancón, que frecuentaba el terreno del cantautor folk-rock.
Una apuesta arriesgada, pues, de la que finalmente pueden estar satisfechos. Su materialización llegó con un disco sin miedo a edificar en un espacio sujeto a mutaciones y múltiples influencias. Crean un mosaico en el que cada canción es trabajada con mimo, pero sin someterse a la tiranía de una idea de conjunto. Sacudidas punk convulsionan «Despedidas», guitarras de spaghetti western adornan «A tu manera», «Espiral» se inclina como una grata sorpresa hacia el power pop; sin desdeñar resonancias country o indie-rock en otras composiciones. Un poderoso y arrojado ramillete de canciones de colores variados.
Se deslizan desde la ligereza al desgarro, trazando una geografía humana que no teme hacer frente a lo más mezquino del ser humano. «Selección natural» habla del consumismo como forma de vida; «Ferrari» mira a los ojos del caciquismo que se oculta, en ocasiones, tras un buenismo repugnante. Pero lo hacen sin sermonear, creando una sugestiva tensión entre la oscuridad de las letras y las brillantes armonías que crepitan en sus composiciones. Tal es el caso de «Política interior» o de «Despedidas», el relato de una ruptura lacerante que nos invita al baile.
Un legado de amargura vestida con melodías radiantes y positivas que encuentra continuidad en un EP que reúne 4 nuevas canciones. El Mejor Forrest Gump (La Viejita Música, 2014) nos anima a correr sin más norma que nuestro instinto (esquivando el vuelo de los buitres que nos acechan por doquier). «Fiesta editorial» desenmascara la feria de las vanidades mediática con guitarras surferas que nos ponen órbita. «Ruido» habla del amor en los tiempos de Facebook, cuando la conexión al ciberespacio supone el único hilo entre dos corazones que se agitan en la distancia. Y para terminar electrifican y dan aires de tango canallesco a «Copa rota» del portorriqueño Benito de Jesús, una composición que apura su último trago y nos reta con un clavel ensangrentado en los labios.

Foto: Eva Hernández

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