Shego no es un grupo de rock cualquiera. Shego es lo que las Vulpes no pudieron ser en 1982. Es el neopunk de los años 20 escupiendo en la cara del primer imbécil que se cruza a su paso con la convicción de saber que está en el lado correcto del camino. Han crecido disfrutando de los derechos que otras generaciones de mujeres ganaron para ellas. Ya no hay miedo ni censura ni ola mundial reaccionaria que pueda frenar a esta generación. La banda madrileña, formada por Maite Gallardo, Raquel Cerro y Charlotte Augusteijn, presentará su espléndido segundo trabajo ‘No lo volveré a hacer’ en la sala Bohemia de Castelló de la Plana, el sábado 22 de febrero a las 19:30, dentro del #GPS15 Girando Por Salas. El 7 de marzo lo estrenarán en Valencia.
‘La fiesta’, ‘ArghHhh!’, ‘Aunque duela’ y “Curso avanzado de perra” fueron los singles de adelanto antes del lanzamiento del LP, en 2025. ¿Cuál es el hilo conductor del álbum?
-No tenía la intención de ser un disco conceptual, aunque es verdad que tiene una temática coherente. (Maite)
-Hablamos de experiencias personales. De la vida misma, como el amor y el desamor, la rabia, la culpa, la tristeza y la felicidad. Todo muy mundano. (Raquel)
En 2022, la poeta valenciana Carolina Otero publicó ‘Curso avanzado de perra’. ¿Qué relación existe con vuestra canción?
-Es un poemario que llevamos a unos días de composición para buscar ideas. Nos inspiró el título, tiene mucha fuerza para hacer una canción. Creímos que era un buen punto de partida para lanzar una guía o decálogo para esas nuevas generaciones y gentes perdidas que viven en este mundo extraño. (Maite)
La iconografía de la portada y del videoclip ‘Curso avanzado de perra’, ¿remite a los hábitos rojos de ‘El cuento de la criada’ de Margaret Atwood? ¿A la ocultación histórica del cuerpo de la mujer en las religiones monoteístas?
-No tiene nada que ver con ninguna de esas referencias, simplemente nos hacia gracia vestirnos de monjas. (Raquel)
El desamor romántico es probablemente la construcción cultural más usada en la historia del pop. Da igual que se envuelva en punk, ranchera, hardcore o copla. ¿Creéis que esa necesidad de expresar el sufrimiento y la rabia es terapéutica?
-Yo diría que sí. (Al unísono)
-Ya que te pasa, por lo menos te sacas un disco. (Charlotte)
-Hay que explotarlo al máximo y luego tener cuidado con lo dicho para no repetírselo a una misma demasiado tiempo. (Maite)
-Quizás en el momento en que se crean las canciones no se piensa que van a estar en un disco, pero es una forma de escribir en un diario. De sacarlo. Y eso sí es terapéutico. (Raquel)
Algunas estadísticas muestran que los partidos políticos más ultraconservadores y reaccionarios ante los discursos de ampliación de derechos, de libertades de los colectivos históricamente maltratados o de defensa de los derechos humanos universales, son muy apoyados por hombres jóvenes, de entre 18 a 30 años. Como representantes de esa generación, ¿tenéis alguna explicación para esto?
-Quizá la gente tan joven no ha tenido en su casa el conocimiento de la cultura y de la historia sobre los nazis y los fascista que hubo por el mundo hace no tantos años. Eso da muchísimo miedo. (Raquel)
-No tenemos ninguna explicación. No lo entendemos. (Charlotte)
-Con tus referentes pueden pasar dos cosas, o bien que los rechaces o que los imites: y si creces en un entorno que los ensalza, vivirás pensando que aquello estuvo bien. (Maite)
¿Qué relación tenéis con el público de la Comunitat Valenciana?
-Las dos veces que hemos tocado por allí fueron conciertos muy chulos. En ambas ocasiones estuvo bastante lleno y la energía fue chula, así que estamos deseando volver y ver qué ocurre. (Maite)