Emboscados detrás del título de la novela de la escritora francesa Anaís Nin, The House of Love aparecían en la escena alternativa británica en 1986. Desde su Londres natal habían sido testigos del agotamiento del postpunk y la new wave, víctimas de un industria discográfica esplendorosa, gracias a beneficios millonarios extraídos de la música y de la imagen de los grupos a través de los videoclips.
Espoleados por el camino abierto por The Smiths, muchos grupos comenzaron a transitar por las sendas de lo independiente y alternativo. Esto les permitía controlar la producción de sus composiciones e iniciar una carrera profesional sin las ataduras de la gran industria discográfica.
En los siete años que estuvieron en activo, los londinenses marcaron buena parte de la evolución del rock alternativo británico. Desde su primer sencillo de 1987 “Shine On”, hasta sus dos primeros álbumes homónimos, The House Of Love gozaron del reconocimiento de la crítica y del público que no dudó en aupar sus sencillos y álbumes, hasta conseguir el éxito comercial y entrar en el top 40 británico y en las emisoras estadounidenses. Cierto desdén y soberbia llevó a Guy Chadwick y Terry Bickers (fundadores del grupo) a no saber leer el cambio de década. De haber permanecido juntos, el estallido musical en el Reino Unido en la década de los 90, los hubiera situado en un lugar privilegiado.
Su retorno en 2003 los llevó a cambios en la banda; de hecho, solo queda Chadwick de la formación original, y a la grabación de algunos trabajos como Days Run Away o She Paints Word In Red que seguían explorando esas guitarras melodiosas y psicodélicas, pero que no hacían olvidar su gloriosa primera etapa. Los británicos se encuentran embarcados en una gira que recupera fundamentalmente los primeros años, y así se presentaron, 34 años después de su primera y única visita a València con una banda totalmente renovada, en el marco de la gira “Burn Down The World Tour” que los acercó el pasado miércoles 25 de septiembre a la sala 16 Toneladas del barrio de Tendetes.
Arrancaban con el tema “Cruel” perteneciente a Babe Rainbow, álbum del final de su primera etapa, y a partir de ese momento comenzó un repaso por los temas que marcaron su sonido y que se encuentran repartidos en sus álbumes grabados con Fontana Records a partir de 1989 como “In a Room”, “Marble”, “Hannah” y otros que se encuentran entre lo más destacado del pop británico, como “Shine On”, “Beatles and Stones” o la espectacular “Don’t Know Why I Love You”
Los londineses fueron desgranando un repertorio donde una sólida base rítmica y unas guitarras luminosas mostraban qué grandes fueron y en cierta manera son. Para los bises dejaron algunos de sus primeros temas, recogidos en el superlativo primer trabajo homónimo de 1988, como “Christine”, “Destroy The Heart”, y “Love In a Car” que fue un apoteósico final y broche de oro para la actuación de un grupo que a pesar de haber llegado demasiado pronto, o demasiado tarde según se mire, suenan mucho más actuales que otros que protagonizaron el resucitar de la música británica y que el tiempo ha puesto en su lugar.
