Doctor Divago, orgullosa periferia

por | 26 febrero 2018 | Música

En esa trayectoria vital del rock & roll valenciano que comienza con Bruno Lomas y Víctor Ortíz a finales de los años 50 y que añadirá su última muesca con el debut de los veinteañeros La Plata, Doctor Divago tienen reservado un puesto de privilegio que han conquistado desde la resistencia. Y es que el título de su magnífico último disco, “Complejo Alquería Frailes 13”, es la dirección del local de ensayo en el que empezaron a tocar en 1989, y que aún regentan, una alquería del siglo XV situada en el barrio de San Isidro que ha desafiado a la especulación urbanística, a la amenaza de derribo y al paso del tiempo con la presteza que otorga ser orgullosa periferia.

DOCTOR-DIVAGO-BEAT

Manolo Bertrán , compositor y vocalista de Doctor Divago, nos cuenta el origen de cada uno de los 11 temas que componen su flamante álbum y que presentarán el viernes 2 de marzo en Loco Club de València:

 

AÚN QUEDA VINO
Los inicios de los discos hay que cuidarlos, se puede salir en tromba o con una estrategia más paulatina, pero preferimos no dejarlos al azar. La idea, como tantas otras, me vino en un viaje de metro. Me parecía una buena frase para cantarla. Inmediatamente encadené con que estaba bien aplicársela a una banda de rock en su duodécimo disco. Además, es una verdad como un templo. Acabó de postularse como ideal para abrir el nuevo lote de canciones cuando dimos con el vitalista arreglo que tiene.

EL GEMELO MALVADO
Fue la primera canción que hice para este disco, probablemente la que más veces hemos ensayado. Por el camino vital todos perdemos cosas, muchas veces valiosas, y se corre el riesgo de llegar a perder la esencia. La magia perdida se representa en este caso en una persona concreta y la canción se construye en torno a ella, por lo que el significado puede quedar mucho más abierto, cosa que siempre es interesante. Hay una referencia directa a nuestra propia trayectoria, la composición de la canción “Al revés”, que se incluyó en nuestro disco del año 2000.

AL CUARTO DÍA
Surge a partir de una anécdota que nos contó un día Edu (Cerdá), bajista del Doctor, en el local de ensayo. Su abuelo reformulaba historias para divertir a los chiquillos. Por ejemplo hacía su propia adaptación de la Biblia. Según su propia versión del mito de los 7 días de la creación, al cuarto día Dios había creado el dinero, al quinto la televisión, etc. Tuve claro desde ese momento que utilizaría para alguna canción. En paralelo, porque desde niño me llamó siempre mucho la atención, tenía en mente hablar en alguna letra sobre la Parábola de los talento del Evangelio según San Mateo (en la antigüedad, el “talento” fue una unidad de medida monetaria, que nadie se confunda, seguimos hablando del vil metal y no de otra cosa, y maldiciendo su influjo negativo). Así que todo me encajaba y construí una historia con esos elementos, aunque yo también hice mi propia recreación, puesto que el pobre siervo ni siquiera recuerda dónde enterró el dinero que le confió su señor. En lo musical pensaba en esos blues pesados de la última etapa de Los Beatles, como “Yer blues”. Luego sale lo que sale.


ENGÁÑAME
Es una historia menos cerrada. Fui disparando ideas en torno a alguien que coge el último tren, que vive en una ciudad sin recuerdo que debe de ser, por fuerza, Valencia, pero que al final consigue el aliento necesario para seguir adelante cuando ya todo parecía perdido. La primera estrofa llegó así, tal cual, sin demasiado sentido pero sugerente, y me gustó. Y desencadenó el estribillo: “Engáñame, no me desveles el truco”. O sea, “déjame en paz, no necesito más información, sólo necesito vivirlo, o sentirlo”. Musicalmente creo que es un registro poco explorado en nuestra trayectoria.

EL VIAJE LARGO
Creo que también aporta un punto novedoso a nuestro cancionero. La idea era hacer una larga narración de un viaje, acompañarla por una estructura musical más bien minimal, y salirme todo lo posible del encorsetamiento de los versos, algo que casi siempre procuro pero aquí especialmente… en realidad, mi viaje era más imaginario que real, una interminable y placentera travesía sin billete de regreso, que lograra que la vida fuera, de una vez, más estribillo que estrofa. Fui encajando pinceladas autobiográficas de aquí y de allá, homenajes a personas muy queridas. Y también a las moscas mediterráneas de Dalí y Duchamp y al bar donde se reunían en Cadaqués, que aún sigue abierto; calles y lugares clásicos de Valencia, el gran Nino Bravo…

LOS PIES EN LA TIERRA
No estoy del todo seguro, sigo dándole vueltas, pero creo que habla de una especie de reconciliación con el mundo o con ese entorno empeñado en hacerte poner los pies en la tierra cuando tú vuelas, inconsciente de ti, sin saber hacia dónde. En cualquier caso, va por los que se fueron y por los nuevos, por los recién llegados, eso sí. En lo musical hay que destacar que se hizo un trabajo muy serio por parte de la sección rítmica y que, por iniciativa de Dani Cardona, productor del disco, contamos con la oportuna interpretación de Vanessa Juan en la trompa, que ayudó a que todo el conjunto ganara en elegancia.

EL HUMOR
El humor es un gran tirano, muchas veces no conseguimos dominarlo. Hay días que la vida pesa como una losa y otros que nos sentimos capaces de la mayor de las proezas. “Una canción bipolar”, me decía un amigo el otro día, “como otras que has escrito”. Por otra parte, aborrezco los libros de autoayuda, en general, y todo ese buenrollismo postizo. La canción más latina de toda esta tanda y probablemente de toda la carrera del Doctor.

SONÁMBULO
Con esta energética canción rendimos honores a los sonámbulos y a los fantasmas subterráneos que vamos y venimos con más agónica prisa que velocidad por nuestro subsuelo. Soy peatón empedernido, viajo por la ciudad normalmente en el metro, por eso las referencias a varias paradas del suburbano valenciano.

TODOS LOS CIELOS SON LA MISMA VIDA
A vueltas con la multiplicidad de identidades o personalidades, una canción especial. Disfrutamos mucho arreglándola en el ensayo. No paró de crecer hasta llegar al estudio, donde Dani la estaba esperando con los cellos abiertos.

MI QUERIDO AMIGO
Probablemente fue la canción que nos dio más trabajo, quizá era la más escurridiza y no acabábamos de tenerla clara. Acabó siendo un arreglo casi tan tormentoso como la relación que narra. A estas alturas ya hay gente que me ha dicho que es su favorita; suele pasar. Tal vez sea la que conecta mejor con los Doctor Divago de los primeros tiempos.

EL TERCER HOMBRE EN EL RING
El tercer hombre en el ring es el título del libro de memorias de Ruby Golstein, el árbitro de boxeo más respetado en los años 50. Al final de su carrera, arbitró la tercera contienda entre Emile Griffith y Benny “Kid” Paret, un combate que debió detenerse antes de empezar. Todo fue una lamentable concatenación de despropósitos. Paret era el campeón mundial de los welter, un boxeador exprimido por sus managers. Tres meses antes se le permitió optar al mundial del peso medio y recibió un severo correctivo. Después, a pesar de los dolores de cabeza que padecía, su entorno aceptó poner en juego el título contra su viejo rival, Emile Griffith. Tampoco la Comisión Atlética de New York hizo su trabajo, aplazando o evitando el combate. En el asalto número 12 Paret sufrió un castigo despiadado ante la pasividad de Ruby Goldstein (convaleciente de un ataque al corazón, no era el árbitro más adecuado para este combate) y de la esquina, que no tiró la toalla. Paret entró en coma en el mismo ring y falleció diez días después. Una de las noches más negras de la historia del boxeo.

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