Hay artistas y grupos que encierran en sus músicas, armonías, letras, estribillos y destellos de sus directos, trozos de nuestras vidas. Ese valor añadido que le permitió a Proust encontrar su tiempo perdido nos podría servir a nosotros para recuperar sensaciones medio dormidas. En unos días, el próximo miércoles 3 de julio, nos visitará en el auditorio de La Rambleta de Valencia The Divine Comedy y raro será que no terminemos cantando Tonight We Flight convencidos de que aún somos capaces de volar.
El viernes 8 de agosto de 1997 el señor Hannon y sus compañeros se subieron al escenario del velódromo de Benicàssim para defender en directo su excelente Casanova (1996). Era una noche de calor y humedad pero Neil se atrevió con un traje de tres piezas bien abotonado, una camisa clara de cuellos grandes y una corbata azul; hay cosas que un dandy nunca negocia. Fue el año de la tormenta que nos privó de ver a Blur y Pavement, pero la actuación de La Divina Comedia se nos quedó grabada entre los pliegues de la memoria como ocurre con las cosas que te emocionan por primera vez. A poco que el elegante Neil esté atinado volveremos a revivir las noches indies del Rocafull, la Bounty, El Gurú y el Velvet como él hizo en su vibrante At The Indie Disco.
Charmed Life (2022) es el título de su último trabajo publicado hasta la fecha, un álbum doble con veinticuatro cortes que recorren sus más de tres décadas de trayectoria. Qué útil debió ser la búsqueda de la belleza y el sentido del humor cuando todo se puso horrible. Hijo de un ministro de la Iglesia anglicana de Irlanda, su ciudad natal Derry fue el escenario del dramático Bloody Sunday que inspiró una de las canciones más célebres de U2.
Aquel domingo maldito los soldados del ejército inglés abrieron fuego contra una manifestación que reclamaba derechos para la comunidad católica. Trece muertos y multitud de heridos inflamaron los odios entre católicos republicanos y protestantes unionistas. En 1998 se firmaron los Acuerdos de Viernes Santo que ponían punto y final a la hostilidades, para entonces unas 3.500 personas habían perdido la vida en esos Troubles. Si se dan una vuelta por Belfast, a poco que abandonen el centro, podrán percibir las muchas heridas que aún quedan por cicatrizar.
Para un norirlandés enamorado de la música independiente de los ochenta, de Scott Walker, de Michael Nyman, de los arreglos barrocos, de Brel, Bacharach, Stravinsky, el pop de cámara, la cerveza Guinness y la ropa de segunda mano, la capital de la Cool Britannia debió quedar lejísimos. Gracias a canciones como Bernice Bobs Her Hair, The Frog Princess, Everybody Knows ( Except You), Songs Of Love y sobre todo Something For The Weekend consiguió hacerse un hueco entre la nómina más lustrosa de la generación brit pop. El pelirrojo Chris Evans, que dirigió entre 1996 y 1997 el poderoso Breakfast Show de la BBC Radio1, fue uno de sus principales valedores. Las emisoras comenzaron a emitirlos y los seminarios musicales a prestarles atención. Después de tres álbumes y un mini elepé grabados para Setanta el futuro se volvió tan optimista como la sonrisa de Tony Blair.
The Divine Comedy soy yo; anunció tras la grabación de Absent Friends (2004). Con esa colección de canciones comenzó una nueva vida. Despidió a la banda, dejó Londres, se instaló en Dublín, se convirtió en padre y, con el tiempo, se hizo con el control de las grabaciones realizadas en su primera compañía. Como proyecto unipersonal, los discos se fueron sucediendo sin muchos cambios estilísticos. De vez en cuando algún tema resultón o su presencia en el cartel de un festival con buen gusto nos volvió a recordar la cantidad de composiciones interesantes que atesora su discografía. Siempre que lo hemos visto en directo ha rayado a gran altura. Cuando aborde su Generation Sex volveremos sospechar que el tema lo escribió para echarse unas risas con nuestras torpezas. Cuando le llegue el turno a Your Daddy ‘s Car recordaremos el Casablanca, aquel recopilatorio de Elefant tan chulo donde se incluía la pieza. ¿ Cuánto hace de aquella noche de verano en el Fib? El tiempo, como el humo, se nos escapa de las manos y queda el rumor de los recuerdos.
