La importancia de las canciones de Fernando Alfaro y el insoportable hedor del machismo

por | 28 octubre 2024 | Conciertos

Las infalibles Gente Abollada, Fuerte! y Magic sirvieron de rúbrica gloriosa a un concierto entrañable que arregló algo un día lluvioso y desapacible. No hay duda de que el líder de Chucho y Surfin´ Bichos es uno de los creadores más importantes de nuestra música popular. El pasado viernes 25 de octubre en el Centro Excursionista de Valencia nos lo volvió a recordar. Lo hizo sin aspavientos, ni estridencias, le bastó con su guitarra acústica y el magnetismo de los introvertidos cuando toman la palabra. El escritor de Los Diarios de Petróleo (2001) mantiene intacta su capacidad de seducción.

Venía el de Albacete con su libro Mundo Turbio (2024) debajo del brazo y un montón de canciones esenciales de todas sus etapas. El fotógrafo del cielo se tomó una cerveza con sus amigos y después se acomodó en el escenario. Su apuesta minimalista nos permitió comprobar lo bien que toca la guitarra y la facilidad que tiene para incluir matices y para expresar sentimientos con la voz. Expuesto a un formato tan exigente nos dio la sensación de que canta mejor que nunca. La mezcla de juglar y contador de historias funcionó muy bien. En las casi dos horas de ladridos y susurros ese Chucho sin pedigrí nos hizo reír, bailar, recordar cómo éramos y nos enfrentó a lo que ahora somos. Temas como Camisa Hawaiana De Fuerza, Mis Huesos Son Para Ti, Saariselkä Stroll o la gloriosa triada de la despedida nos hicieron mucho bien .

¿Será cierto que cada generación tiene su desastre de Cuba y cada loco su isla de Elba? ¿Cómo pudo ocurrir todo lo que conocimos el jueves y el viernes? Qué desastre, qué vergüenza, qué oprobio. Errejón era uno de los nuestros. ¿En qué momento pensamos que los abusos machistas, el narcisismo del poder, la euforia de la popularidad, las servidumbres químicas y las toxinas del patriarcado nunca tendrían nada que ver con nosotros? Qué desolación. La banda de Joaquín Pascual y Alfaro ya se preguntaron en su segundo álbum ¿En qué clase de animal me estoy convirtiendo? ¿Cómo no se dio cuenta? ¿Cómo no nos dimos cuenta? ¿ Cómo no se dieron cuenta?

En uno de los cortes más bellos del crepuscular El Amigo De Las Tormentas (1994) la banda albaceteña especula con esa sensación de vacío que llega cuando las ilusiones se esfuman; El final de una quimera, quien por ella dio su vida entera, cuando ves como se quema ¿qué queda ya?”. Los destrozos en ese núcleo irradiador que intentó la renovación de la izquierda darían para una novela de Easton Ellis. Cuando el terremoto deje de dañar sueños y liderazgos veremos que queda en pie de aquellos anhelos que brotaron en las plazas. ¿Quiénes se encargarán de la necesaria reconstrucción?

Qué asco y qué rabia sentimos al escuchar los términos de la denuncia de la actriz y presentadora madrileña víctima de esas agresiones machistas. Ojalá el tsunami mediático la deje pronto tranquila y, con el tiempo y el cariño de su entorno, consiga restañar sus heridas. El joven Alfaro, que se inició imprudente en la vida salvaje del rock and roll, dejó en su casa muchos discos con los surcos manchados de sangre. El pasado viernes pudimos comprobar que las heridas cicatrizan y que después de la tormenta a veces el cielo se llena de estrellas. Fue muy emocionante volver a proclamar que lo mejor de nuestra vida aún está por ocurrir, aunque no fuera nuestra mejor noche.

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