La República de Arturo Ballester: de la Italia Turrita a Al Rojo Vivo

por | 17 junio 2021 | Reportajes

Paolo Paschetto. Alegoría de Italia Turrita en sello de correos 1929. Arturo Ballester. Alegoría de la República española cartel del CEA 1937.

En 1936, en pleno conflicto bélico, València pasó a ser la sede del Gobierno de la II República y, por ende, la capital provisional del Estado, por lo que se trasladaron a la ciudad todos los ministerios, la Presidencia del Gobierno y la Jefatura del Estado. La ciudad acogió desde entonces importantes eventos políticos y culturales con la intención de mostrar la máxima normalidad posible, a modo de defender la legitimidad republicana. En primera instancia, las Cortes españolas fueron acogidas en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento y, a posteriori, en La Lonja. También en el Ayuntamiento se celebró el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, o el Congreso Nacional de Juventudes Socialistas Unificadas, mientras desde Castelló se acuñaba en latón la última moneda de una Peseta de la República, conocida como “la peseta de Negrín o La Rubia” por su aspecto dorado. Todo esto hizo que la ciudad fuese también el foco de atención internacional durante los meses en los que fue la capital.

La publicidad y la propaganda en defensa de la República tuvo una producción sin precedentes, pues desde València se comenzó a publicar toda la gráfica oficial del Gobierno recurriendo a los artistas más destacados del momento, principalmente valencianos, siendo Josep Renau uno de los ejemplos más reconocidos.

La exposición que hizo el Museu Valencià de la Il.lustració i de la Modernitat (MuVIM) en 2016: “La Modernitat Republicana a València; Innovacions i Pervivències en l’Art Figuratiu (1928-1942)” comisariada por Rafael Company y Amador Griñó, fue la muestra perfecta que materializó esta cuestión y que puso por primera vez en este contexto a un sinfín de artistas valencianos, que contribuyeron, con su arte, a la modernidad sin límites en las postrimerías de la República.

En 1936 se había fundado la Central de Exportación de Agrios (CEA), y desde València se hizo imprescindible durante la guerra la exportación de la naranja como principal fuente de divisas. El Gobierno de la República se implicó directamente en el asunto patrocinando la propaganda para este fin.

Esta circunstancia hizo que se produjese todo tipo de publicidad en la que el diseño gráfico fue fundamental para ilustrar el mensaje que se quería transmitir, la Biblioteca Histórica de la Universitat de València conserva la mejor colección. De esta empresa destacan principalmente dos artistas: Arturo Ballester y Luis Dubón, de este último destacan dos carteles con los lemas “la naranja que se exporta es el alimento del pueblo y las armas para luchar contra el invasor extranjero” o “la ley castiga con la pena de muerte al saboteador de la economía nacional. Comenten sabotaje los que impiden que la mejor naranja se convierta en dinero”.

Arturo Ballester, reconocido pintor y diseñador gráfico valenciano, colaboró también en este periodo junto a José Segrelles para la ilustración de las portadas de la revista CLUEA (Consejo Levantino Unificado de Exportación Agrícola).

Pero sin duda, el cartel más popular y divulgado de la CEA es el que hizo Arturo Ballester con el lema: “CEA para al productor de la naranja; ¡Toda la naranja exportable para la exportación!” conservado en la mencionada Biblioteca de la Universitat.

Arturo Ballester optó por el diseño de una alegoría de la República española unicolor roja, con corona mural y con la peculiaridad de incluirle unas ramas de naranja sobre la frente a modo de autoctonización ibérica, concretamente valenciana, teniendo en cuenta que cuando lo hizo, la capital de la República se ubicaba en València; con esta composición, Ballester unió el símbolo naranjero con la legitimidad republicana.

Arturo Ballester. Alegoría de la República española en cartel del CEA. 1937. Biblioteca Histórica Universitat de València.

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Ahora bien, lo que se desconocía hasta el momento es la fuente directa en la que se basó Arturo Ballester para el diseño de este cartel, enigma que al fin se ha resuelto. En 1929, uno de los artistas más relevantes del siglo XX italiano, Paolo Paschetto, autor del emblema oficial de la República Italiana, diseñó una nueva emisión de correos con la alegoría de Italia conocida como Italia Turrita. La alegoría unicolor la presentó en formato frontal a modo de busto y con la corona mural de ancestral tradición italiana, a la que acompañó con dos fasces que indican el gobierno de la dictadura de Mussolini.

Paolo Paschetto. Alegoría de Italia Turrita en sello de correos. 1929.

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Arturo Ballester al igual que los artistas del momento, eran conocedores de lo que se estaba diseñando en otros países y a esta fuente recurrió para el diseño del cartel de la CEA.

No cabe duda que Ballester era admirador de Paschetto o al menos de este diseño, pues ni siquiera lo reinterpretó, sino que lo tomó tal cual de modelo para convertirlo en alegoría de la República española. Sí es cierto que el diseño de Ballester es más estilizado y guarda los cánones del Art Déco empleado por muchos artistas republicanos con el fin de dar una imagen de modernidad y futuro a la República.

A diferencia de Italia, que la corona mural estaba asociada a la propia personificación de la Nación per se, en el caso español la corona mural sí estaba asociada a la República, influencia que se remonta al Sexenio Democrático y a la inclusión de este elemento en la numismática con los diseños de Luis Marchionni de 1868.

Luis Marchionni. 5 Pesetas. Plata. 1868. 1 Peseta. Plata. 1933.

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Un ejemplo español pre II República que lo explica muy bien es la escultura con la Alegoría de la República Oriental del Uruguay que hizo el valenciano Antonio Ballester (Tonico Ballester) en 1929 para Paysandú, en Art Déco y con la misma corona mural estilizada que hizo en 1937 Arturo Ballester para el cartel de la CEA y que incluso el propio escultor Tonico utilizó nuevamente en 1938 para una desaparecida alegoría de la República española que sirvió de modelo para ilustrar la “Declaración de Principios del Gobierno de la República Española” que hizo Josep Renau también en 1938.

Antonio Ballester. Alegoría de la República Oriental del Uruguay. Imagen: València 1928. Antonio Ballester. Alegoría de la República española. 1938. Desaparecida.

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Así pues, esta inicial alegoría de Italia Turrita que hizo Paschetto en 1929, se convirtió en alegoría de la República española en 1937 de manos de Arturo Ballester y actualmente es el logotipo oficial del conocido programa de La Sexta “Al Rojo Vivo” dirigido por Antonio García Ferreras, aunque con una nueva modificación, sin las ramas de naranjas.

Alegoría modificada de Arturo Ballester como emblema del programa de La Sexta “Al Rojo Vivo”.

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Con gran acierto el programa “Al Rojo Vivo” de La Sexta seleccionó la República de Arturo Ballester como logo o icono del programa, pues la fuerza, así como modernidad y frescura del diseño, bien podría haberse hecho en la actualidad, y esto se observa en muchísimos ejemplos artísticos del periodo republicano, que siguen siendo utilizados a día de hoy por muchísimos diseñadores.

Inspiración de inspiraciones o no, el caso es que hay otra alegoría que nos recuerda directamente a la de Ballester. Se trata de la Alegoría del poder civil que es el logotipo de la popular marca madrileña de ropa 198, también unicolor y con formato frontal a modo de busto aunque en este caso con una corona de laurel en vez de rama de naranjas.

Inspiración o no, lo importante es que gracias a ejemplos como Al Rojo Vivo o 198, la alegoría pervive en nuestro imaginario cotidiano, en nuestra cultura visual presente, y digo pervive porque la alegoría como personificación de la Nación murió junto a la II República de manos del dictador Franco y la continuidad monárquica.

Marca 198. Madrid.

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