Lo que fuimos y lo que aún podríamos ser, la estrategia de Iván y Jota

por | 8 abril 2024 | Reportajes

El próximo 18 de abril en el teatro La Rambleta, a eso de las nueve, las luces de ese espacio funcional se desvanecerán para que la magia de Iván Zulueta se apodere de la tela blanca y de nuestras retinas. Las canciones del primer álbum en solitario de Juan Rodríguez, Jota, sumarán sus tejidos de psicodelia eléctrica a esas filmaciones de aroma familiar. Durante algo más de una hora hasta la rotación se tomará un respiro para que podamos recordar lo que fuimos y para que vislumbremos lo que aún podríamos ser.

En las trayectorias prolongadas existe el peligro de que los éxitos, las complicidades, los sobreentendidos, el universo compartido y las decisiones adoptadas terminen cristalizando y constriñendo la libertad creadora. El proceso recuerda la jaula de hierro de la burocratización que analizó Weber a principios del siglo XX. El peso de la obra es ineludible y así lo reconoció el de Granada a Borja Prieto y Natalia Flores en su programa de Youtube. Para este reto había que dejar fuera a la banda. Debía ser un proyecto en solitario. Era muy importante cuidar el legado de Los Planetas, por las personas implicadas y por el camino recorrido. Con las cosas esenciales no se juega y el pop es tan importante como la vida, si no más.

Fernando Alfaro, Josele Santiago, Alex Díez, Santiago Auserón, Fino Oyonarte, Florent, Joaquín Pascual son algunos de los compositores que han sentido la necesidad de escapar de la sombra de sus grupos para ser, de repente, creadores sin más. Bastó el ofrecimiento de la Filmoteca Española en octubre de 2022 para que todas las precauciones y recelos acumulados saltaran por los aires. Casi treinta años después, el compositor de tantas canciones importantes se enfrentaría a su primer álbum en solitario ¡Menudo vértigo! Para acompañarse en las primeras brazadas en mar abierto contó con Soleá; no sería la única en echar una mano. Con la ayuda de la mediana de los Morente ordenaron al sol detenerse y compusieron uno de los mejores temas del proyecto, ‘Y La Nave Va’. Ya no había marcha atrás, la orilla no se veía.

‘Plena pausa’ es un trabajo muy especial, las catorce composiciones, diez en vinilo y cuatro más en el DVD, recogen muchos de los elementos que han definido la obra del líder de Los Planetas. El arte gráfico en manos de Javier Aramburu reafirma su fidelidad al trabajo realizado para la banda por el diseñador de San Sebastián. En un ejercicio consciente de autoafirmación los referentes van apareciendo citados de forma explícita o con guiños agradecidos. La importancia en la música popular de Kraftwerk, el tacto áspero de The Velvet Underground, los hechizos de Lou Reed, los cielos grises de Jesus and Mary Chain, al pop español de los sesenta y los ochenta, la literatura postadolescente de Kerouac, el rock de hechuras clásicas, el flamenco y sus poéticas, el milagro de ‘Un Soplo en el Corazón’, la lisergia de Spacemen 3, la electricidad enmarañada del noise pop, retazos de indie argentino, la ética puritana del C-86 y la ingenuidad de los grupos que los acompañaron en la revolución superocho en los primeros noventa. Si había que exponerse en primera persona lo haría con todo.

Cuando la Rambleta quede a oscuras y aparezcan en la pantalla las olas desabridas en blanco y negro estrellándose contra una costa sin vegetación los músicos, de espaldas al público, comprenderán que ha llegado el momento. A partir de ese instante el ritmo de los acontecimientos quedará en manos de las imágenes, en un ejercicio de puesta en valor del presente como dimensión necesaria. El conocimiento profundo de la obra del director de Arrebato parece haber acentuado en Jota el convencimiento de que hay experiencias y logros del pasado que podrían servirnos para futuros mejores. Valdría mucho la pena evitar los cantos de sirena de capitalismo egoísta y los atajos de los algoritmos para defender un acercamiento a la creación radicalmente personal, sin olvidar el valor de las colaboraciones y la necesidad de crear comunidad. Después de pasar una semana en el motor de un autobús, de firmar la leyenda del espacio y de declarar la necesidad de zonas temporalmente autónomas había que incidir en la mirada política. No regalemos el pasado a los nostálgicos, hagamos una pausa y volvamos a la carga. Mark Fisher no podría estar más de acuerdo.

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