En realidad sabemos muy poco sobre el maravilloso universo del rock argentino. Tan cerca, pero tan lejos. Aunque músicos tan acreditados como Andy Chango, Moris, Ariel Rot o Andrés Calamaro han contribuido, con su éxito en nuestro país, a acercar ambas escenas musicales, aún nos sigue siendo desconocido un elevado porcentaje de las obras maestras que se han hecho en aquel territorio.
Por supuesto, estoy hablando de los trabajos de genios como Charly García, Luis Alberto Spinetta o Litto Nebbia (líder de la legendaria banda Los Gatos), además de excelentes grupos del calibre de Soda Stereo (grupo del tristemente recién fallecido Gustavo Cerati), Ataque 77 o Intoxicados, liderados por Cristian “Pity” Álvarez.
Marcelo Champanier es uno de esos músicos que hay que empezar a reivindicar ya. Nació en Buenos Aires en 1973 pero acabó trasladándose a Madrid para seguir con su carrera musical. Durante su estancia en nuestro país ha grabado tres excelentes discos: El Club Del Aguante (Fieritas Producciones, 2003), Buenas Intenciones (Fieritas Producciones, 2008) y Tiempo Y Distancia (Fieritas Producciones, 2012); todos ellos repletos de grandes y sorprendentes canciones: el rock social de “No hay más que hablar”, el blues desatado de “Fuera de la ley”, la preciosa balada “Piedra de toque” (que recuerda al Andrés Calamaro de la época del Honestidad Brutal) o el funk romántico de “I´m sorry baby”.
El músico porteño actuará en La Edad de Oro junto a algunos destacados amigos músicos (Sotos, Isma Romero, Ángel Vela), además será la presentación de “Rafagas: vivencias y poesía de un rockero” (Pan de Letras, 2014), un libro donde el argentino nos relata sus vivencias dentro del mundo de la música junto a grandes artistas de la talla de Andrés Calamaro, Ariel Rot o Claudio Gabis. Será, en definitiva, una ocasión única para descubrir al último diamante en bruto que nos ha llegado desde el otro extremo del Atlántico.