Sobre el aleteo de una mariposa y el joven pop de Ámsterdam

por | 13 febrero 2024 | Conciertos

Nunca termina pasando nada pero Green Day tocó en una casa ocupada de Vila-real en 1993, The Stone Roses en Barraca en 1989, los americanos Bodega junto con La Paloma se subieron al escenario del Loco Club en 2022 y la sudafricana Alice Phoebe Lou nos dejó maravillados en el 16 Toneladas en noviembre de 2021. Dentro del esnobismo inherente al pop el “ yo los vi antes” es uno de los primeros mandamientos de nuestra religión. Esa sensación de estar ante el comienzo de algo importante impregnó el concierto de los neerlandeses Personal Trainer, el pasado jueves 8 de febrero en 16 Toneladas Club Rock de Valencia. La sala registró una muy buena entrada y el público se sintió concernido desde el principio ¿Cuántos misterios esconden las redes sociales y las burbujas de entusiasmo?

Pasadas las nueve y media, una troupe de siete músicos se acomodaron en el escenario con muchas ganas de ponerlo todo patas arriba. Estábamos avisados. Un frontman bien dotado para la performance se adjudicó el papel de maestro de ceremonias y empezó el espectáculo. El teclista, en la parte derecha, tocaba, bailaba, hacía coros y hasta recurría a la trompeta para adornar alguna pieza. En la parte izquierda, junto a la batería, un percusionista se empleaba a fondo con los timbales sin olvidarse de participar en el show y de sumar el saxo en algún momento puntual ante la admiración general. En el centro, junto al cantante, la guitarrista disfrutaba de sus posición preeminente y unos pasos atrás el bajo y el baterista se encargaban de sostener el ritmo de unas canciones llenas de descensos, crescendos, estribillos explosivos y mucho recitado. Todos haciendo cosas todo el tiempo. Sonaron muchos temas de Big Love Blanket (2022) y algunas canciones de un futuro trabajo que debería lanzarlos a órbitas cercanas a la primera división del pop o al menos situarlos en la tierra media de los festivales.

El trajín de instrumentos demandaron en alguna ocasión las dotes de entertainer del cantante. Ese saber conversar con el público, entre simpático y distante, me recordó a David Gedge de The Wedding Present. Tantos músicos remando en la misma dirección les hizo parecer unos Black Country, New Road sin las tristezas del Brexit. El concierto no perdió intensidad ni cuando hubo que parar para cambiar cuerdas. Era admirable la versatilidad, compenetración y sentido del espectáculo que exhibían en un escenario empequeñecido por el ajetreo de tanto músico. Hubo un momento, casi al final, que el percusionista se encaramó a una de las barras laterales para darle a un tambor que había colgado previamente del techo. Viva el espectáculo.

Cuando lean crónicas del concierto y les hablen de referencias créanlas todas, sólo tienen que acudir al streaming para comprobar por ustedes mismos lo heterogéneo de su álbum de debut. En «The Lazer» me acordé de Courtney Barnnet, en algunos quiebros y en algunas inflexiones vocales de Pavement, aunque menos de lo que podría parecer a priori. Hubo un comienzo que creímos que llegaban Gorillaz, un subidón enérgico que pareció seguir la estela de James Murphy, varios recitados saltarines a lo Yard Act, unos coros en plan Blur, una línea más melancólica con aires de Belle and Sebastian y un trozo de la efectiva «Former Puppy» con cosas de The Wannadies. Tienen los de Ámsterdam varios momentos donde todos juegan al caos melódico, como si fueran un grupo de amigos en el Windmill de Brixton celebrando un cumpleaños. Si hasta creo recordar que terminaron un tema con un fragmento de ‘The Rockafeller Skank’ de Fatboy Slim.

Menudo despliegue. Era jueves y lo pasamos muy bien, otra cosa es que estuviéramos asistiendo a los aleteos de la próxima revolución musical. Tampoco creo que lo pretendan. Si superan la dispersión, reducen el campo de juego y afinan en las composiciones de lo que ha de venir podrían convertirse en una formación relevante en la escena independiente. En nuestra humilde opinión, aún deben encontrar su propia voz; tienen tiempo y son muchos.

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