El centro cultural proyecta en pantalla grande y al aire libre: los jueves y viernes del mes de julio un ciclo de comedia europea y los sábados cine asiático, con películas de calidad imposibles de rastrear en las parrillas de las plataformas. Para sellar el cine de verano de Rambleta de esta temporada, se han escogido tres joyas, dos comedias europeas y un título asiático.
Este jueves, 25 de julio, el centro proyectará Ramona, la película española del ciclo de comedia europea ‘¿De qué nos reímos en Europa?’, de Andrea Bagney, que ha circulado por festivales y plataformas. Ramona es Lourdes Hernández, sin duda. La cantante de Russian Red hace una interpretación tan fresca y convincente que es imposible disociarla de su personaje. De hecho, interpreta a una joven de su edad, 36 años, que sueña con ser actriz.
Aquí el clásico argumento de chico conoce a chica se resuelve de la mejor manera, con un brillante diálogo que deja entrever un pálpito, ése que sienten dos personas que comparten la misma ironía y sentido del humor. En el tercer vértice de un imposible triángulo se encuentra un actor fetiche de la filmografía de Jonás Trueba, Francesco Carril, que asume con gracia un papel poco lustroso, el de un hombre ensimismado, ajeno y falto de pasión.
El viernes, 26 de julio, será una gradable sorpresa: Vrchni, prchni, una obra maestra de guión y dirección desde su prodigioso arranque, esa ensoñación erótica submarina con ecos de Busby Berkeley que tan bien define a su personaje principal: un librero que deberá tomar cualquier deriva, excepto la real. Su célebre guionista, Zdenek Sverák, estuvo dándole un giro creativo a una situación incómoda que le perseguía, harto de ser confundido en las fiestas con un camarero, Svérak urdió una trama compleja y genial en el que un seductor compulsivo pone en jaque a todo el sector hostelero. ¿Podrías imaginar un personaje que fuese un digno heredero de Arsenio Lupin y nuestro querido Don Juan, que se conduce con el mismo brío que Buster Keaton? Mejor que no. Cualquier esfuerzo que hagas nunca superará el resultado final de esta película.
El sábado, 27 de julio, tendremos oportunidad de visionar la propuesta más marítima del ciclo de cine asiático, ‘El mar que miramos’. Aguas tranquilas ofrece las imágenes más sensuales que hayan circulado este julio por Rambleta. Lo curioso, que no surjan únicamente como resultado del amor sino una respuesta lógica a la muerte y esas culturas chamánicas que funden el culto a los dioses con la devoción y el respeto por la naturaleza. Su directora, Naomi Kawase, acababa de perder a su madre adoptiva y decidió filmar en la isla de Amami, lugar que descubrió en cuanto supo que de ahí eran sus verdaderos antepasados. A Kawase le impacto el rumor casi sordo de las olas yendo y viniendo, y empezó a urdir una historia de transmisión de sentimientos y conocimientos entre una madre próxima a la muerte y su hija. De manera natural y silenciosa, la cineasta logra transmitir el ciclo de la vida, esa transmisión cultural de una generación a otra que nos prepara para el mundo, asumir el final pero también detectar y valorar su belleza.
Cada pase vendrá precedido de una presentación del crítico Daniel Gascó. A partir de las 20:45h (22h proyección de la película), con el mismo aire popular del “cine a la fresca” y la posibilidad de llevar la cena de casa. La entrada incluye una primera consumición y además Rambleta cuenta con el clásico ambigú de los cines de verano.