Candela Roots y los muros de las modernas babilonias

por | 4 junio 2017 | Cultura pop

En los años 50 el rhythm ‘n’ blues y el rock & roll que sonaban en las radios supusieron una revolución para los jóvenes de Kingston, la capital de Jamaica. Allí lo mezclaron con el calypso, procedente de la isla de Trinidad, y la rumba. Un excitante contagio que supuso una renovación para el latido de la tradición jamaicana alterada por los soplos, ahora amortiguados, de los agrestes vientos del ska.

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Músicas que materializaron con ritmos serenos un anhelo, y se convirtieron en la banda sonora de un país que se independizó del Reino Unido a comienzos de los 60. En años sucesivos, estas composiciones seminales conocieron una difusión en todo el mundo que se sigue revelando fecunda, infectando con sus cadencias hechizantes todo tipo de propuestas. Una onda en expansión que no cesa y que llega hasta nuestras orillas.

Los componentes de Candela Roots llevaban mucho tiempo tocando juntos -más de 15 años- y tras dejar reposar su anterior proyecto, Arròs Caldós, decidieron profundizar en este estilo, el reggae, que ya les había tentado, y al que se prometieron ser absolutamente fieles. Sin embargo, el discurso combativo que les había caracterizado -que, por otra parte, forma parte del reggae desde su nacimiento- no se ha perdido en esta nueva encarnación sonora: «Hungry», el título de su primer trabajo, reivindicaba ya su intención de hablar de los hambrientos (de pan, afecto o dinero). El compromiso fluye unido a la positividad impresa en el ADN de una música, opuesta a la histeria y rabia del punk, que de forma casi terapéutica apuesta por canalizar la energía hacia el lado soleado de la vida. Una invitación, lúdica y lúcida, a mantener siempre en alto una brújula que conecta con una realidad repleta de contradicciones.

La línea del bajo -como marcan los cánones -es espesa y contundente, dominando las canciones del reciente Humanité (Mésdemil, 2017) en una irresistible llamada al baile. Las letras en valenciano -una elección que afirman se impuso de forma natural- se entrelazan con estribillos en inglés que discurren rumorosos entre la rotundidad de la batería y el embrujo de lo teclados, proclamando, en el momento en el que nos amenazan con el alzamiento de muros abyectos, que los hijos del ghetto no deben dejarse vencer en las modernas Babilonias.

Fotos: Equipo Kuriaki

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