El videoclip de «Mil infiernos» fue nuestra puerta de entrada al colorido universo personal de El Prince. Jaime Llorens deambula por Benidorm, un paraíso kitsch y decadente que se congeló en algún punto indeterminado de los 90. Charlamos con él sobre este proyecto musical que le ha permitido indagar en los sonidos más actuales y liberarse del peso del pasado. Los días 23 y 24 de febrero lo podréis comprobar en el Loco Club. Justo después será el turno de Cupido, el romance entre Pimp Flaco, una de las mayores estrellas de la música urbana nacional, con la banda madrileña Solo Astra.
© Ilustración: Agnès Ricart
¿Cómo surgió El Prince? ¿Qué aglutina para ti?
El Prince surgió a mediados de 2018. Desde pequeño soñé con tener un proyecto del que fuera máximo responsable y cuando empecé a producir me dio por experimentar. En 2018 atravesé un periodo en el que no me encontraba muy bien conmigo mismo, tenía mucha ansiedad y algo de depresión, entonces empecé a componer un «mixtape» para poder liberarme y expresar todo lo que sentía. De ahí surgió El Prince: le enseñe a Alex Vidal lo que estaba haciendo y él me animó a llevarlo adelante. Le pase las producciones y las mezclamos en mi casa. El Prince significa muchas cosas para mí, porque me ayudó, y porque forma parte de mi día a día. La gente me llama Prince y al final es algo más que un simple nombre artístico.
Has estudiado jazz y música clásica en conservatorios, por eso sorprende que te hayas dejado seducir por músicas (el movimiento urban, el pop, el RnB) muy apegadas al latido de la actualidad. ¿Qué ha supuesto para ti explorar estas sonoridades? ¿Se puede disfrutar de distintos tipos de músicas sin caer en los talibanismos de antaño?
No puedo negar la época en la que vivo, ni todas las referencias que escucho en 2019. Yo mismo hace años me podía quejar de que en las discotecas solo sonaba reguetón y ahora lo busco; siempre estoy en proceso de cambio con la música e intento no negarme a escuchar nada y así poder aprender de todo. No debería sorprender que nos gusten estilos distintos, incluida la «música de masas». Al comenzar a producir se me abrió un mundo de sonoridades distintas, siempre me había llamado mucho la atención los sintetizadores, sobre todo cuando tocábamos psicodelia en Best on the Road. Algunas de mis mayores influencias a la hora de componer han sido Tyler the Creator, Kali Uchis, Coltrane, Yung Beef, Lil Moss, etc. Me fijaba mucho en sus producciones y sonidos. Me ha gustado desde siempre la música «underground» y lo que se alejaba de la música comercial, cosa que cada día me pasa menos; puedo escuchar un tema de Hendrix, seguido de Coltrane, pasar a Ozuna y acabar con «Pikete espacial» (canción de Cecilio G). Ahora no tengo problema en conciliar estilos distintos, pero siempre he estado estudiando en conservatorios clásicos y al final acabé estudiando jazz. Unos años que me han servido para aprender muchísimo de música, pero no me gusta cerrarme. Creo que es fundamental para el mundo de la música que todos los artistas intenten ser más abiertos, escuchando más estilos de música, y cuanto más distintos mejor. No prejuzgar algo por ser diferente. Esto puede ayudar tanto en la música como en nuestras vidas.
Cuentas con la colaboración de Alex Vidal, al que conocemos por participar en distintos proyectos (Fru Katinka, Alien Tango, Turian Boy). ¿Qué te aporta?
Alex forma parte de El Prince, sin él sé que no hubiese salido a la luz. Me ha apoyado mucho en el mundo musical y me ha enseñado mucho. Tenerlo a mi lado en el proyecto es una bendición, siempre le estaré agradecido.
Por otra parte, parece que estás dispuesto a proyectar un imaginario que va más allá de lo puramente musical cuidando los aspectos estéticos que rodean esta propuesta. Algo que quizás conecta bastante con la gente de tu generación.
Aparte de la música nos gusta mucho cuidar los aspectos estéticos, seguimos y estamos al tanto de las tendencias a nivel musical, moda y audiovisuales. Creo que a día de hoy ya no puedes contar solo con la música, aunque en realidad en todas las épocas la música ha ido acompañada de una estética, tipo de show o ropa; hoy simplemente se sigue experimentando. Eva Rausell es la que se encarga de toda la parte estética dentro de El Prince, ella dirige las sesiones de fotos, videoclips, carteles, etc. Los tres nos entendemos muy bien y eso facilita mucho poder llevar las cosas acabo rápido, confío mucho en su trabajo y siempre aciertan.
https://www.youtube.com/watch?v=1_plNj-P9j4
Como en el caso de Cupido tus canciones giran en torno a las intermitencias sentimentales. ¿De dónde parten las ideas y las letras? ¿Hay un concepto común detrás de ellas?
El concepto que hay detrás de toda la «mixtape», ha sido expresar mis sentimientos vividos en 2018. Todas las vivencias que he tenido, todas las decisiones que he tomado y me han llevado hasta aquí: depresión, ansiedad, amor, desamor, relaciones personales, Katerina que nunca me llamó… y de ahí sale todo, desde «Quiéreme» que es un grito al cielo por una falta de cariño terrible, a «Mil infiernos» que habla de mi relación con la música. «Sentimental Mood» parte de Coltrane y es un homenaje a los años en los que estudié jazz. «Me voy» es la despedida de ese mundo en el que nunca quise vivir para trabajar en cosas que realmente me llenan más. Mostrarte al descubierto con las letras sin duda ha sido lo más difícil pero lo veo muy gratificante y es algo en lo que quiero trabajar mucho.
Internet es un banco de influencias sin límite que ha transformado nuestro modo de consumir música. Además es un escaparate muy poderoso para los artistas.
Pienso que internet es una de las mejores herramientas para descubrir música. Puedes escuchar lo que ha hecho un niño en la otra parte del mundo y te permite hacer lo mismo. En El Prince trabajamos nosotros mismos en todo lo que es promoción: subir videoclips, stories y demás. Se puede llevar así gracias a internet. También, como parte negativa, hace que le prestemos menos atención a la música; antes escuchábamos un disco hasta reventar. Ahora al tener acceso a tanto contenido el impacto se diluye pero podemos ser más selectos e ir al grano con lo que queremos escuchar.
El videoclip de «Mil infiernos» es una buena puerta de acceso a tu mundo personal. Te vemos deambulando por Benidorm, esa ciudad en la que los abuelos bailan con los guiris. Mueveloreina nos lo dejó claro en «Paradiso». ¿Qué te animó a elegir el encanto kitsch de Benidorm como escenario para las aventuras de El Prince?
Benidorm fue el sitio elegido justamente por eso, buscábamos un efecto entre Luis Miguel y toda la diversión y fantasía que tiene la ciudad. La idea principal era surcar las calles de Benidorm montados en «limo» pero tuvimos que improvisar. Comenzamos a bailar por la ciudad, interactuar con la gente y el resultado fue muy divertido. Lo mejor del videoclip es que no lo puedes ver sin que te saque una sonrisa.
El 23 de febrero en Loco Club tenemos una cita con vosotros. Justo después será el turno de Cupido. ¿Qué nos vamos a encontrar en este concierto?
Creo que actuaríamos igual compartiendo escenario con Pimp Flaco que con Drake, seríamos nosotros mismos igualmente. Aunque siempre es una muy buena oportunidad compartir escenarios con artistas con mucho más recorrido que tú.
¿Cuáles serán tus próximos pasos?
Ya estoy trabajando en temas nuevos y otros sonidos, próximos videoclips junto a @Guay___ un estudio creativo que ha salido nuevo en Valencia, y lo próximo que vendrá de El Prince será algo más fresco pero manteniendo una esencia propia. Podéis venir a ver cosas nuevas el 23 de Febrero en el Loco Club junto a Cupido, organizado por Cero en Conducta.
https://www.youtube.com/watch?v=B4xkvaVDbPQ