Mi nombre es Juan Fortea. Soy la cabeza pensante y bolsillo gastante de Junior Mackenzie, uno de los proyectos musicales que llevo desarrollando desde hace unos diez años. Llevo más de media vida enganchado a mi señora de seis cuerdas y otros trastos musiqueros. Tengo una obsesión por rozar la perfección cuando escribo o grabo discos y acumulo compulsivamente guitarras antiguas que tengan un sonido característico así como otros cacharros.
La música para mí es un arte y como tal, según la concepción que yo tengo del mismo, es atemporal. Intento con la ayuda de mi amada banda escribir canciones que se podían haber escrito en otra época y que no tengan fecha de caducidad. Sin la banda de la que formo parte no sería nada. Somos un colectivo que hace discos. Me encanta encerrarme a componer, ensayar y grabar para poder echarme a la carretera y mostrarle el resultado al público. Considero que este círculo se cierra cuando alguien te descubre, compra tu música y se sienta a escucharte.
Soy un insatisfecho crónico y es precisamente esa sensación la que me hace levantarme cada mañana para ver si hay algo mejor, para descubrir si yo puedo ser mejor. Escribo sobre la vida, el (des)amor, la soledad o el desarraigo intentando sacar luz de los momentos más oscuros. No me considero una persona pesimista, negativa o bajonera. Es más bien un disfraz que me pongo para que me visiten las musas.
Me gusta la música que consigue emocionar y poner los pelos de punta. Me gusta el dinamismo y que sucedan cosas. La música es el reflejo de la vida misma. Si siempre pasa lo mismo es muy aburrido. La vida no debería ser aburrida. El pasado mes de noviembre publicamos “Files of Life”, un Lp que nos ha llevado casi dos años de trabajo acabar y poner en la calle. El próximo sabado 14 de abril lo estaremos presentando en la Sala Russafa.
COURTNEY BARNETT Y KURT VILE LOTTA SEA LICE (2017)
No sabría explicar muy bien cual es el motivo por el cual este disco me gusta tanto ya que se aleja bastante del tipo de música que me suele tocar la fibra. “Lotta Sea Lice” es un peculiar trabajo de duetos entre Barnett y Vile en el que establecen un diálogo en tono indie-rock sin caer en el clásico concepto de este tipo de formato a dos voces.
Además la forma de llevar adelante este trabajo me resulta muy interesante; dos músicos que van coincidiendo en festivales tocando con sus respectivos proyectos deciden comenzar a escribir canciones el uno para el otro intercambiando mails y se reúnen durante ocho días para grabar este disco. Tal vez sea por la frescura y sencillez que destilan las canciones, la forma de plasmarlas o la temática, pero se ha convertido a día de hoy en uno de los álbumes que más escucho.
CRAZY HEART SCOTT COOPER (2009)
Podía haber añadido esta película en la selección del libro ya que está basada en la novela de Thomas Cobb que es tan buena como el largometraje. Lo que me ha hecho decantarme por incluirla aquí es la maravillosa ejecución que Jeff Bridges realiza de su personaje Bad Blake. Estamos hablando de quien para mi es probablemente uno de los mejores actores de la historia del cine.
Bad Blake es una antigua estrella del country venida a menos. Un borrachuzo ególatra, arruinado y gran boicoteador de todas las relaciones de pareja que han pasado por su vida. Contiene gran dosis de las cosas que me interesan en una trama: actores mayúsculos, buena música (por cierto, el señor Jeff Bridges toca y canta que te cagas), amor, desamor y una evolución en la historia realmente bonita y triste a la vez donde Bad Blake se hace más humano. El desarraigo, la soledad y la desesperación vuelven a hacerse latente como esencia del proceso de composición musical. Todo un clásico que siempre me ha fascinado. Quizás sea el motivo por el cual es una de mis películas favoritas además de tener una banda sonora fabulosa.
CANCIONES DE AMOR A QUEMARROPA NICKOLAS BUTLER (2014)
En esta novela hay de todo: música, amores, borracheras, desencuentros… Es de esos libros que te atrapan desde la primera página y hacen que tu cabeza recree inmediatamente los espacios y personajes que describe el autor. La facilidad que tiene Butler para conseguirlo es asombrosa. En sus páginas encontramos buenas dosis de nostalgias de la juventud así como esa sensación de desarraigo y desubicación espacio-temporal que se sufre al crecer y seguir caminos distintos a los que la gente de tu entorno toma.
Hay varios protagonistas que tienen su nexo de unión en Lee, un rockero de afamado que regresa a su pueblo natal para asistir a una boda donde se encuentra con sus viejos amigos de la infancia. Lo que realmente me enganchó de este trabajo es el pasaje donde el autor describe el proceso de composición del disco que catapultó a Lee a la fama. Me sentí realmente identificado con las sensaciones que describe cuando escribe y graba las canciones. En definitiva; un gran libro.